GANADOR MANGA 27-05-2012

Entrevista con el vencedor de la manga.




Tenemos cita concertada para entrevistar al famoso piloto de origen andino, Kepí Kotazo vencedor de la manga inaugural. llamamos a la puerta del domicilio particular, nos abre él en persona, con el casco de vuelo enfundado en la cabeza y sus guantes rojos.

Nos sentamos frente a frente en sendos sillones.

-Señor Kepí felicidades por su victoria.

gracias, he de reconocer que estoy satisfecho con mi rendimiento....

-Señor Kepí, el micrófono debe cogerlo por la parte fina...

-Ah. sí así es más cómodo...

Hablábamos de su exitoso triunfo...

No quisiera mostrar falsa modestia, ha sido una victoria cantada.

- Sin embargo, se comenta que tuvo Ud. ventaja de poder despegar hacia el sur..

¡De ningún modo¡ fue una trampa¡ Ion me dijo que me asomara para ver cómo se movían unos arbustos y entre Kepa y Chomin, que estaban junto a la rampa, me pusieron la zancadilla; fue un tremendo hándicap, !despegando hacia la sur me alejaba de la baliza ¡ Esos comentarios son fruto de la envidia.

-Cuéntenos su vuelo.

-Fué fácil hasta Sangüesa. Luego se complicaron las cosas.

Hice los hangares y de alli fui directo a Domeño y de allí directo hacia el sur, sin parar en la ladera. Hasta sos. Iba bien, bajito y entonces empezaron los problemas con el ovario.

-¿?.

-Sí, empezó a sonar como un loco y yo subía y subía, hasta que me cegó una nube que estaba al oeste de Sangësa y...

-¿Qué ocurrió entonces, señor Quepí?

-Para cuando pude darme cuenta, me había desviado, yo quería ir a los hangares a aterrizar, pero me encontraba en un pueblo con un gran asilo...

-¿De ancianos?

- no sé de quién será, lleno de granos, a Fernando le debió pasar algo parecido, porque lo ví por ahí. Nada, que corregí, seguí a Fernando y nos fuimos hacia los hangares.

-Le adelantó UD. , a Fernando?.

-No sé qué pasó, pues estuve liado. Tengo por costumbre llevar un catavientos en el cable delantero, ya sabe Ud, para ver si voy bien hacia delante, y se me había enganchado; así que, ni corto ni perezoso, me apoyé en la barra, para poder llegar al cable delantero, me costó un par de minutos desenganchar, para cuando me quise dar cuenta, Fernando se había quedado atrás, fíjese Ud.

-Increíble, dígame, qué tal aterrizó?

- Haciendo honor a mi nombre, im- presionante, con reverencia incluída.

Hasta aquí lo que dió de sí la entrevista, realizada por nuestro corresponsal de Euskaligaladelta, Txomin Galarga.